La geopolítica de la cerveza: entre la barra y el poder 

Cerveza, caña, pinta, rubia, zumo de cebada… Llega el verano y con ello, los grifos de cerveza comienzan a funcionar a pleno rendimiento. Sin embargo, más allá de su espuma, su temperatura bajo cero (si de verdad se quiere disfrutar) o su papel en cualquier reunión social, la cerveza es también un reflejo de las dinámicas geopolíticas globales. 

Historia

Antes de meternos más en faena, hemos de saber que la cerveza no es un invento de hace unos cuantos años, sino de hace alrededor de 5300 años. Los sumerios (especialmente las mujeres) fueron los encargados de comenzar a preparar cerveza allá por el año 3300 a.C.  La diosa Ninkasi (diosa de la cerveza), cuenta cómo las mujeres elaboraban pan de cebada especiado y posteriormente lo dejaban fermentar con agua en tinajas. Luego, existían catadores que las probaban con pajitas para evitar el grano. Posteriormente serían los egipcios sobre el año 1200 a.C. los que perfeccionaron su producción y llegaron a comenzar a producir hasta cuatro millones de litros al año, aunque cuentan algunas leyendas que estos utilizaban espelta en lugar de cebada debido a su alto precio.

Durante los años de la Antigua Grecia y Antigua Roma, el vino gozó de mayor popularidad que la cerveza. Tal era la obsesión que tenían con el vino que la cerveza recibía el nombre de vino de cebada. Eso sí, ya en plena Edad Media con la victoria de los bárbaros el consumo de cerveza aumentó notablemente, especialmente en el norte de Europa. Como curiosidad, durante este periodo la producción de cerveza se concentró en monasterios. Posteriormente, en la Edad Moderna (siglo XVI ), la cerveza llegaría a Inglaterra gracias a los migrantes flamencos. 

A partir de ahí, la cerveza comenzaría a sufrir modificaciones en su preparación dependiendo del lugar al que nos refiramos, aunque manteniendo unos ciertos estándares. En 1516 se estableció la «Ley de la Pureza», que estipulaba que la cerveza debía contener sólo agua, malta y lúpulo mientras que casi de forma simultánea surgió la cerveza Lager, que tenía una menor fermentación. 

La cerveza contemporánea

Ya en pleno siglo XIX, el cervecero Joseph Grolle, que trabajaba en la ciudad de Pilsen, se propuso desarrollar un nuevo tipo de cerveza que compitiera con la de su localidad vecina, Baviera. Pasó un tiempo pero finalmente logró una cerveza dorada y transparente que se convertiría en uno de los más consumidos del mundo gracias a un mayor control de la temperatura en el proceso de malteado. Finalmente, la cerveza se convirtió definitivamente en países como Inglaterra en una bebida muy consumida en hogares y pubs durante la Revolución Industrial. Los nuevos avances en campos como la microbiología o los sistemas de comunicaciones permitieron extender y mejorar su producción durante todo el año. 

En la actualidad, especialmente desde los noventa del siglo pasado, es cada vez más frecuente ver cómo distintos países desarrollan nuevos tipos de cerveza: Las witbier belgas, las amargas o las IPA indias… Es más, hasta los americanos se encuentran en lo que se conoce como proceso de «homebrewing», es decir, un proceso por el cual se está intentado imitar las cervezas más exitosas en Europa. 

Proceso de fermentación de la cerveza. Fuente: Cervecistas

Un mercado que no deja de fermentar

A nivel mundial…

En la actualidad la cerveza es  con más de 180.000 millones de litros al año, la cuarta bebida más consumida en todo el mundo solo por detrás de agua, té y café (en este orden)—cerveceros del mundo, hay que ponerse las pilas para seguir escalando posiciones—. Eso sí, si nos ceñimos solamente a la clasificación de bebidas alcohólicas, la cerveza es la más consumida casi duplicando la cantidad de consumo respecto al segundo, el vino. 

Más allá de datos y clasificaciones, hemos de ser conscientes de la importancia del mercado mundial de la cerveza. El valor del mercado mundial de cerveza se estima actualmente en más de 750.000 millones de dólares y se proyecta que supere el billón de dólares en la próxima década. El crecimiento anual ronda entre el 3% y el 5%, impulsado principalmente por el aumento del consumo en regiones emergentes. 

A pesar de ese crecimiento en el consumo, la realidad es que el mercado de la cerveza se encuentra relativamente concentrado en varias corporaciones que dominan la industria a nivel mundial y que asimismo, han ido absorbiendo pequeñas empresas e industrias locales.

Entre las más dominantes se encuentran algunas como AB InBev (de origen brasileño y belga), empresa que controla marcas como Budweiser o Corona; o Heineken, empresa de origen neerlandés que tiene presencia en alrededor de 200 países. Otras como China Resources, Snow Breweries o Molton Coors tienen una gran relevancia en sus mercados locales (China y Estados Unidos respectivamente). A nivel europeo, Alemania y Países Bajos son referentes exportadores. Sin embargo, el país que más cerveza exporta es México, pues la existencia de marcas como “Corona” o “Victoria” han hecho que este país exporte 3900 millones de litros al año con un valor total de 5800 millones de dólares. 

No todo es cerveza lo que reluce…

A nivel mundial, el mundo de la cerveza se enfrenta a diversos retos y problemas que deberá afrontar en los próximos años. El auge de algunos conflictos de índole internacional (véase el caso de Rusia y Ucrania y la importancia de este último en la cadena de suministros de cebada) o las regulaciones ha provocado un aumento en los precios en las materias primas necesarias para la producción de esta bebida. Frente a ello, se han observado algunas tendencias como el crecimiento de la producción de cerveza artesanal a nivel local o la aparición de nuevos mercados emergentes en los que hay menores costes de producción como países de África subsahariana. 

Beer World Cup 

Una cosa son los datos agregados

Llega el momento, ¿Quién será el país que más cerveza consume de todo el mundo? ¿Se cumplirán los estereotipos acerca de alemanes o ingleses? Los últimos datos sobre esta cuestión se remontan a 2022 y si hablamos de consumo total, China es el país más consumidor de cerveza de acuerdo con la clasificación elaborada por el grupo Kirin: se consumen un total de 36 millones de kilolitros solo en el país asiático (el equivalente a 14000 piscinas olímpicas) y representa un quinto del consumo total de cerveza en el mundo; a continuación, Estados Unidos y Brasil completan el podium de los países que más cerveza consumen. Sin embargo, lo verdaderamente significativo respecto a esta cuestión es el consumo per cápita de cerveza, es decir, la cantidad de cerveza consumida al año por persona. 

Otra muy distinta son los datos per cápita

Según un informe de Estrella Galicia (2024) , República Checa lidera la clasificación con un consumo medio de 143 litros de cerveza al año por persona (0.4 litros al día). Esto se debe a una histórica tradición cervecera que se remonta siglos atrás y que además, queda reflejado en la actualidad con la gran cantidad de cervecerías que existen especialmente en su capital, Praga.

En segundo lugar encontramos a Alemania. Con un consumo medio de 110 litros de cerveza por persona, el país germano se caracteriza por su gran variedad cervecera (pilsners del norte, hefeweizens de Baviera, dunkel de Franconia…), las distintas marcas alemanas (Beck’s, Paulaner…) y la celebración de festivales de cerveza, siendo el Oktoberfest el más conocido.

Finalmente, influenciados por su vecino alemán, Austria cierra el podium con 108 litros de consumo de cerveza al año por persona. En este país, es muy común disfrutar de este tipo de bebida en los conocidos como jardines cerveceros.

El top 10 de países en cuanto al consumo de cerveza per cápita está completado por: Polonia, Irlanda, Rumanía, Estonia, Lituania, Bélgica y ojo, cerrando el top 10, ¡España!  

Diplomacia cervecera

Estas tendencias cerveceras en Europa han moldeado a la cerveza como un estandarte del estilo de vida europeo. La cerveza, bajo empresas y consumidores, ha permitido construir una imagen de marca país muy potente conocido como Beer Diplomacy. Cuando se habla acerca de este concepto, nos referimos a la estrategia por la cual se ha convertido a esta bebida en una forma de soft power. Es decir, la presencia y promoción de la cerveza en ciertos contextos (reuniones, festivales…) genera una mejora en la percepción de ciertos países; tanto es así que incluso se le considera una especie de embajadora de la cultura de algunos países.

El elixir del español

No estaremos entre los diez países con mayor pib per cápita,  pero sí entre los diez que más cerveza consume por persona al año porque al fin y al cabo, ¿Qué hay mejor que una cerveza fresquita? ¿Verdad? 

Aunque la cerveza en España sea entendida en muchas ocasiones como un símbolo cultural, va mucho más allá de eso. Nuestro país consume un total de 50 litros de cerveza por persona de media, pero lo más relevante es el peso que tiene dentro de la economía española. El sector de la cerveza en España genera alrededor de 540000 empleos y supone un 1.3% del PIB y un 2.6% de la recaudación fiscal; asimismo, se está comenzando a afianzar como una de las industrias de cerveza que más exporta a potencias como China y Estados Unidos gracias a los pequeños talleres artesanales de cerveza que crecen cada vez con más fuerza en nuestro país. 

Eso sí, créanme si les digo que esos no son los datos más relevantes acerca de la cerveza en España. Españoles, el consumo de cerveza en España ha caído. Según un estudio de la Asociación de Cerveceros de España (2024) ha bajado en un 4.8% respecto al año pasado y disminuye por segundo año consecutivo, algo nunca visto desde la crisis de 2008. El propio informe indica que se ha observado esta tendencia especialmente entre los más jóvenes pero aún así, se espera que retome niveles de años anteriores. Y aunque a los más puristas de la cerveza no les guste, en la otra cara de la moneda tenemos la cerveza sin alcohol, que crece cada vez más

El auge de las 00

Actualmente, España representa el 25% del total de la cerveza “sin” que se consume en la Unión Europea y su consumo ha crecido en un 4% respecto al año anterior. Para que se hagan una idea, el consumo de este tipo de cerveza es mayor en España que en toda Latinoamérica. 


Esto es todo por hoy. Esperemos que este artículo haya servido para que nos demos cuenta que detrás de una caña bien tirada, puede estar reflejado el soft power de una nación o el músculo exportador de otra. Porque sí, entre lúpulo y cebada, queda claro que la cerveza es protagonista de la economía y geopolítica mundial. 

¡Ah! Y si puede disfrutar este artículo con una cerveza fresquita y una buena tapa, mejor que mejor. Salud. 

Mapa de las marcas de cerveza más consumidas en cada comunidad autónoma. Fuente: Cervecería Golden, 2024 

Si tienes ganas de más

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *