Piscinas: negocio, urbanismo y desigualdad. El mapa social del verano
«¿Oye, tienes piscina?» Una de las preguntas de tanteo más comunes que surgen en verano. La duda puede ser genuina o tener intereses escondidos; y, además, estas [las piscinas] son objeto de deseo o envidia. Las piscinas, sobre todo las propias y comunitarias privadas, son un símbolo del progreso económico, pero también un símbolo de desigualdad. Por lo tanto, tener piscina es mucho más que darse un chapuzón: es un refrescante privilegio.